sábado, 29 de marzo de 2014

La Ley del Karma


El karma es la afirmación eterna del libre albedrío... Nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestros actos son los hilos de la red que tendemos a nuestro alrededor.
SWAMI VIVEKANANDA

La tercera ley espiritual del éxito es la ley del karma. El "karma" es a la vez la acción y la consecuencia de esa acción; es causa y efecto al mismo tiempo, porque toda acción genera una fuerza de energía que vuelve a nosotros de igual manera. No es desconocida la ley del karma; todo el mundo ha oído la expresión "Cosechamos lo que sembramos". Es obvio que si deseamos crear felicidad en nuestra vida, debemos aprender a sembrar las semillas de la felicidad. Así, el karma entraña la acción que resulta de las decisiones conscientes.
En esencia, todos somos escogedores de opciones infinitas. En todo momento de nuestra existencia estamos en el campo de todas las posibilidades, donde tenemos acceso a un número infinito de opciones. Algunas de estas opciones se escogen conscientemente, mientras que otras se eligen inconscientemente. Pero la mejor manera de comprender y utilizar al máximo la ley kármica es que seamos conscientes de las decisiones que tomamos en todo momento.
Sea que nos guste o no nos guste, todo lo que está sucediendo en este momento es producto de las decisiones que tomamos en el pasado. Infortunadamente, muchos de nosotros escogemos inconscientemente, y, por tanto, no nos damos cuenta de que estamos frente a un abanico de opciones; sin embargo, lo estamos.
Cuando hagamos una elección - cualquier elección - hagámonos dos preguntas. En primer lugar: "¿Cuáles son las consecuencias de escoger este camino?" El corazón nos lo dirá inmediatamente. Y en segundo lugar: "¿Traerá esta decisión que estoy tomando felicidad para mí y para quienes me rodean?" Si la respuesta es afirmativa, sigamos adelante. Si la respuesta es negativa, si se trata de una opción que nos traerá sufrimiento a nosotros o a quienes nos rodean, abstengámonos de escoger ese camino. Es así de sencillo. Solamente hay una opción, entre el número infinito de opciones que se presentan a cada segundo, que puede traernos felicidad a nosotros y a quienes nos rodean. Elegir esta opción produce una forma de comportamiento que se conoce con el nombre de acción correcta espontánea. La acción correcta espontánea es la acción apropiada que se toma en el momento oportuno. Es la respuesta correcta a cada situación, en el momento en que se presenta. Es la acción que nos nutre, a nosotros y a todas las demás personas a quienes ella afecta.
En el instante mismo en que estemos tomando una decisión conscientemente, prestemos atención a
nuestro cuerpo y preguntémosle: "¿Qué pasa si opto por esto?" Si el cuerpo nos envía un mensaje de bienestar, es la decisión correcta; si da señales de malestar, entonces no es el camino apropiado.
("Las Siete Leyes Espirituales del Exito" -Deepak Chopra)

La Ley del Dar


"Este frágil recipiente lo has vaciado una y otra vez para llenarlo eternamente de vida nueva. Esta pequeña flauta de caña la has llevado por valles y montañas, soplando a través de ella melodías siempre nuevas...
Tus dones infinitos vienen a mí solamente en mis pequeñas manos. Pasan los siglos, y tú continúas vertiendo, y todavía hay espacio para llenar".
 RABINDRANATH TAGORE, Gitanjali

La segunda ley espiritual del éxito es la ley del dar. También podría llamarse la ley del dar y recibir porque el universo opera a través de un intercambio dinámico. Nada es estático. Nuestro cuerpo está en intercambio dinámico y constante-con el cuerpo del universo; nuestra mente mantiene una interacción dinámica con la mente del cosmos; nuestra energía es una expresión de la energía del cosmos.
El flujo de la vida no es otra cosa que la interacción armoniosa de todos los elementos y las fuerzas que estructuran el campo de la existencia. Esta armoniosa interacción de los elementos y las fuerzas de la vida opera a través de la ley del dar. Puesto que nuestro cuerpo, nuestra mente y el universo mantienen un constante y dinámico intercambio, frenar la circulación de la energía es como frenar el flujo sanguíneo. Cuando la sangre deja de circular, comienza a coagularse y a estancarse. Por ello debemos dar y recibir a fin de mantener la riqueza y la afluencia* - o cualquier cosa que deseemos en la vida - circulando permanentemente.
("Las Siete Leyes Espirituales del Exito" -Deepak Chopra)

martes, 18 de marzo de 2014

El amor es una fuerza salvaje.

Cuando intentamos controlarlo, nos destruye. 
Cuando intentamos aprisionarlo, nos esclaviza. 
Cuando intentamos entenderlo, nos deja perdidos y confusos.
Paulo Cohelo


Las reglas para ser humano:


1. Recibirás un cuerpo
Puede ser que te guste o que lo odies, pero será tuyo durante todo el tiempo que pases aquí.
2. Aprenderás lecciones
Estás anotado a tiempo completo en una escuela informal que se llama vida. Cada día que pases en ella tendrás oportunidad de aprender lecciones.
Puede ser que las lecciones te gusten como que te parezca que no vienen al caso o que son estúpidas.
3. No hay errores, sólo lecciones
El crecimiento es un proceso de ensayo y error: la experimentación. Los experimentos fallidos son parte del proceso en igual medida que los que, en última instancia, funcionan.
4. Una lección se repite hasta que está aprendida
Cada lección se te presentará en diversas formas hasta que la hayas aprendido. Cuando eso suceda podrás pasar a la lección siguiente.
5. El aprendizaje no tiene fin
No hay en la vida ninguna parte que no contenga lecciones. Si estás vivo, aún te quedan lecciones que aprender.
6. «Allí» no es mejor que «aquí»
Cuando tu «allí» se ha convertido en un «aquí», simplemente habrás obtenido otro «allí» que te parecerá nuevamente mejor que «aquí».
7. Los demás no son más que espejos que te reflejan
No puedes amar ni odiar nada de otra persona a menos que refleje algo que tú amas u odias en ti mismo.
8. Lo que hagas de tu vida es cosa tuya
Tienes todas las herramientas y recursos que necesitas, lo que hagas con ellos es cosa tuya. La elección es tuya.
9. Tus respuestas están dentro de ti
Las respuestas a las cuestiones de la vida están dentro de ti. Sólo tienes que mirar, escuchar y confiar.
10. Te olvidarás de todo esto
11. Puedes recordarlo siempre que quieras



Aprende a agradecer por anticipado


Ayer agradecí a Dios por las bendiciones que recibiría hoy y mencioné todas las cosas que deseaba, que necesitaba y que esperaba se me cumplieran.
Hoy DOY GRACIAS SEÑOR porque leíste mi lista de peticiones y una se cumplió como debía. 
Gracias, gracias, gracias...


El amor es reflexivo y considerado

Los hombres suelen a pensar en forma de titulares y a decir exactamente lo que quieren decir. No se necesita mucho para entender el mensaje. Sus palabras son literales, tal cual dicen es lo que piensan y quieren.
Las mujeres en cambio hablamos mucho pero insinuamos más de lo que nuestras palabras dicen.
Si los hombres no pueden descifrar lo implícito en nuestros mensajes, allí es que viene el problema!!
El hombre se siente frustrado porque no entiende los acertijos de su pareja, y ella se siente incomprendida y piensa que él es un desconsiderado. Aquí es que vienen un sinfín de malos entendidos.
Si la pareja no logra una verdadera comunicación, las consecuencias pueden ser desastrosas.
El amor exige consideración de ambas partes. Comunicación abierta, directa y sincera.
El amor debe ser reflexivo, es decir, "usar la mente antes que la boca". El amor piensa antes de hablar. Filtra las palabras a través de una rejilla de verdad y bondad.



jueves, 13 de marzo de 2014

Poesía: Me gusta cuando callas (Pablo Neruda)

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
(Pablo Neruda)